lunes, 30 de marzo de 2015

Ella dice, nosotras decimos. Annie Leibovitz.

Meryl Streep



Leonardo Dicaprio


Whoopi Goldberg


Carl Lewis


Isabel II


Su padre Samuel y su hermano Philip


Tony Curtis y Jack Lemmon


Susan Sontag






sábado, 28 de marzo de 2015

Dolor de cabeza y yoga

Antes de recurrir a la química, podemos probar a gestionar el dolor de cabeza con algunas posturas de yoga. 
El artículo asegura que "aliviarán los síntomas llegando, en muchos casos, a hacerlos desaparecer por completo."



Esta postura despeja la mente y mejora la concentración. Es una invitación a la relajación completa y a concentrarnos en nuestro interior. 



Esta postura calma el sistema nervioso, reduce la presión sanguínea y alivia la tensión de la zona cervical y toda la espalda.

"La respiración es un componente esencial. Para sentir cómo el cuerpo se relaja y abandona completamente, es fabuloso dejarse llevar por el ritmo respiratorio, sintiendo con cada exhalación cómo el cuerpo va perdiendo tensión, poco a poco."

Enlace al artículo completo:
http://www.huffingtonpost.es/aommtv/3-posturas-de-yoga-que_b_6547000.html?

miércoles, 25 de marzo de 2015

Fiona L.: Hasta entonces

Se me han caído las hormonas al suelo. Andan por ahí; esparcidas. Por favor, caminad con cuidado a mí alrededor porque podéis pisármelas y me dolerá aún más.

Hola, chicas (y chicos, si es que hay alguno), soy Fiona L., casi se me olvida la educación, pero es que hoy… hoy me dicen buenos días y creo que me están tomando el pelo, es así. 
Vale que mi mejor amiga anda en la encrucijada de su vida, tiene miedo, y yo ya no sé ni qué decirle. Que justo me acabo de enterar que una conocida se incorpora a la legión de las valientes contra la enfermedad maldita. Por cierto, ¿cuántas más vamos a pasar por ello? ¿cuál es el número necesario para que la sociedad despierte y grite que nos están envenenando?. Porque digo yo que no será por casualidad este altísimo porcentaje de afectadas. Alguna razón que no existía antes, ya se habrá dado, ¿no?. Qué asco de life y, por si fuera poco, ¡!en la pelu me acaban de dar un sablazo!!!
Hace muchos años montaron una broma con cámara oculta. Era muy simple. En una peluquería normal y corriente, aparecía un músico (no recuerdo si con un violín) que tocaba mientras te peinaban. La broma consistía en que al final te pasaban una factura descomunal, del tipo 20 euros peinar + 200 euros de músico. En general, las mujeres pasaban de la fase inicial de asombro a directamente el mal humor o, en algún caso, al estoicismo de decir: pues yo no te pienso pagar eso. Pero hubo una mujer, por su apariencia externa una “chica violeta y plata”, que en cuanto se lo dijeron empezó a llorar desconsoladamente. Sin poder parar.
Daba tanta pena que cortaron la broma de inmediato, porque en ese momento, ante su dolor real, el asunto se tornó zafio. Salieron rápido a explicarle, a consolarle, a decirle que tranquila que sólo era una broma, de mal gusto quizá, y ella, todavía hipando, tratando de sonreír al ver que efectivamente aquello no era más que una tontería, balbuceó: Es que... es que… hoy todo me sale mal… esta mañana… esta mañana… me han pisado y ahora esto….
Yo, que entonces era mucho más joven que hoy en día, si eso es posible, me quedé perpleja. Me quedé perpleja y me entró la risa ¡La había pisado! ¿Por eso lloraba? Ay, no lo pillé porque entonces yo era joven y no se me caían las hormonas al suelo. Eso era lo que pasaba.


Llegar al violeta y plata te deja a las puertas de los cientos y cientos de problemas duros, reales y tangibles que te acumula la vida. Es así. Pero además, como al parecer eso parece poco peso para la mochila de una mujer, pues te añaden el baile caprichoso de tu organismo. Y entonces, por arte de magia, las tonterías adquieren la dimensión de un monstruo descomunal. Entonces, le voilá, te pisan, te intentan tangar en la pelu, te derrumbas y… sólo puedes llorar. Llorar a lágrima viva.

Lo mejor, lo mejor… Es que se pasa. Que lo sabemos. Que nos escondemos un ratito y, con nuestra discreción habitual, recogemos con mimo nuestras hormonas del suelo y las convertimos en un escudo de margaritas. Y así, transformadas de nuevo en las aguerridas luchadoras que somos, regresamos a nuestras batallas. Y las ganamos todas. Aunque salgamos de ellas con más rasponazos que Rambo (por cierto, un aprendiz, eso es lo que es ése).

Y nada más de momento. Cuando mis hormonas vuelen alto y me esté comiendo de nuevo el mundo, ya regresaré. Hasta entonces, cuidaros.

Fiona L.



 © Textos bajo el epígrafe “Fiona L.” y epígrafe todos los derechos reservados.

domingo, 22 de marzo de 2015

Rosa, rosae. "Mountain Woman".



Se inclinaba a la carne, pero también a la risa
y aunque  le gustaba blasfemar
y le faltaban dientes
nunca fue triste ni brusca con nosotros
cuando la visitábamos los domingos
y nos hacía una gota de té
mientras acaloradamente “maldecía” esto y “puñetero” aquello.

(…)

Ella se mantenía allí como un árbol
creciendo y marchitándose según la estación.
“No es envejecer lo que yo hago, sino madurar”,
y sus palabras caían como semillas
en la acogedora tierra de mi mente.
Y cuando me hubo envuelto entre sus miembros fuertemente,
sentí las carnes –los anillos de crecimiento de su cuerpo.

Cathal Ó Searcaigh, poeta irlandés (1993).



"She is as strong as a mountain". Pintura de Catherine Jaftha.

domingo, 15 de marzo de 2015

Cuidados bucodentales en la menopausia



Los cambios que experimenta la mujer durante la menopausia influyen en su salud bucodental.
Estos son lo más comunes:

Adelgazamiento de la mucosa bucal. Al igual que sucede con el resto de las mucosas del cuerpo, ésta se vuelve más frágil y su función protectora se debilita.

Recesión gingival. La encía, encargada de sujetar el diente, está más débil y se retrae.

Sequedad bucal por disminución de la saliva. No es uno de los problemas más significativos, pero genera incomodidad. Los cambios hormonales también pueden ocasionar el “síndrome de la boca ardiente”, que provoca picor.

Pérdida de hueso alveolar y reabsorción del reborde alveolar. La merma del hueso alveolar influye en su función de sujetar el diente, aumentando las posibilidades de que se pierda, apiñe o deforme.

Problemas de la articulación temporomandibular. Chasquidos, dolor a nivel de oído, cefaleas.


Algunos consejos y medidas de prevención:

Enriquecer nuestra dieta con alimentos que contengan vitamina A, E y C. Fortalecen la piel y las mucosas.

Uso de pasta de dientes con un índice de abrasividad bajo o medio; de lo contrario, deterioran “las mucosas más finas y los dientes con mayor desgaste”.

Cepillos con filamentos de nylon y poliamida, no dañan el esmalte. Las puntas deben ser redondeadas y pulidas.


Enlace al artículo completo:
http://www.20minutos.es/noticia/2378438/0/cambios-menopausia/salud-bucodental/mujer/

jueves, 12 de marzo de 2015

Fiona L.: Follow your dreams

Hola, me llamo Fiona, Fiona Laciénaga. Y estoy aquí porque me ha dicho una amiga que las “chicas violeta y plata” (es decir, a las que la depresión por los cuarenta ya nos parece una risa) tenemos que visibilizarnos.
-Visi… ¿qué? -Le he dicho yo.
-Contar nuestras cosas, hablar de nosotras… -Me ha respondido ella, que es lista.
-Ah, bueno, si es por contar  ¿cuánto cabe en un blog de estos?
Porque a mí me pasan cosas muy curiosas, no sé cómo decirlo… A veces estoy casada con hijos adolescentes, otras soy una “single” viajera, a ratos me convierto en cuidadora de mis ancianos padres, cuando me despisto soy feminista sin fisuras y la mayor parte de las veces, actúo como domadora, sin éxito, del caballo desbocado de mis hormonas. Así que, si es por contar… Fiona, ya te cuenta, ya. Ya verás…
Ayer mismo, sin pensarlo mucho más, mis adorables sobrinos adolescentes, ambos dos a dúo, chico y chica, ensimismados en sus móviles y dedicándome menos atención que a su profe de matemáticas. Ante mi persistente insistencia, súplica, lloriqueo, quejándome por tener que madrugar un día más para ir a la cárcel de mi oficina, van y me dicen (no, no fue tan fácil que me dirigieran la palabra, antes tuve que tirarme literalmente en plancha sobre ellos):
-Follow your dreams, tía!!! Follow your dreams!!!
-¿Eh?
Que sigas tus sueños!  -Me aclararon al unísono, segundos antes de sumergirse de nuevo en los wasapps de los suyos.
Que siga mis sueños ¡Será posible! ¡Pero qué creéis que llevo haciendo durante más de cincuenta años!! ¡!Correr detrás de ellos!!
Siempre detrás, eso es verdad. Porque según parece, los sueños de Fiona Laciénaga son muy veloces. En contadas ocasiones he logrado alcanzarlos, en contadas. Y en cuanto me he relajado un poco, zas, ya me habían cogido mucha ventaja de nuevo.
Lo bueno es que dicen que a esta edad se pierde sprint pero se gana en resistencia. Tienen razón. De resistencia sabemos mucho las chicas violeta y plata. En eso somos campeonas. Por eso yo sigo corriendo tras mis sueños, aunque algunos empiecen a olvidárseme. Pero no importa, porque cuando esto ocurre, me invento unos nuevos y listo.
Ahora, ya veis, voy a escribir en un blog para visibilizarme. Claro que sí. Y os animo a vosotras a hacerlo también, o a leerlo, o a opinar, o a contarlo en vuestro trabajo, o a contarlo en vuestro trabajo+casa, o en vuestro trabajo+casa+familia, o en vuestro trabajo+casa+familia+amigos… o en todos “los mases” de vuestra vida. Porque me dice mi amiga que un blog nunca se queda sin páginas. Así que ya sabéis: ¡Follow your dreams! ¡Perseguid vuestros sueños!

Os quiere

Fiona L.



 © Textos bajo el epígrafe “Fiona L.” y epígrafe todos los derechos reservados.

domingo, 8 de marzo de 2015

Ella dice, nosotras decimos. Olvido García Valdés.

En la cafetería de unos grandes almacenes, más
allá, casi enfrente, dos hombres. En la mesa
contigua a la suya, dos mujeres de leves
rasgos orientales se disponen a irse, parecen
madre e hija. Los dos dirigen
al unísono la vista a sus traseros, casi
al alcance de la mano. Su mirada, los
gestos, las risotadas apenas contenidas
traducen inaudibles la lubricidad de las
palabras. Ajenas ellas, continúan
una conversación que al pasar a mi lado
escucho en lengua inglesa. Los ojos
de los hombres ha seguido el trayecto fijos
en el mismo punto. No es seguro que a esto
Freud lo llamara fase anal y me pregunto
cómo afecta a las mujeres la escena, si sabemos
al verla el lugar que ocupamos; nadie
al parecer alrededor observa nada. ¿Cómo
pueden, pregunto tras hacer relato, cómo pueden
hablar así entre sí? –Tal vez por la costumbre
porque así lo han expresado y compartido
desde chicos-. Ellos también, al volver sus
mujeres y una niña del baño, se levantan y salen.









Lo solo del animal. Tusquets.

sábado, 7 de marzo de 2015

Ella dice, nosotras decimos. Carmen Díez de Rivera.



"Hay pocas vidas coherentes; hay muchas vidas aburridas, eso sí. Pero la coherencia de la vida de cada uno es un cielo constante de luces que tiemblan o restallan, de noches claras o negras, de días encapotados o de lluvia, de tormentas, siembras y cosechas. De simas y abismos. De decisiones a veces feroces y traumáticas. De sufrimientos ajenos o propios, de errores de calendario, de pasiones o de oquedades. Qué sé yo. YO, eso. YO. Los demás me llamáis TÚ o ELLA. De pequeña, Carmencita. Eso, Carmencita".


Historia de Carmen. Memorias de Carmen Díez de Rivera. Ana Romero. Planeta.





“Recuerdo que desde muy temprano en el colegio cuando en sexto de Bachillerato me preguntaban: ¿Tú qué quieres ser? Yo decía: "Yo quiero ser libre" Necesitaba libertad. Recuerdo que en mi primer viaje a Paris visité el Quartier Latin y veía a la gente que era como yo quería ser o quería vivir. Yo recuerdo que me senté en una acera y me eché a llorar porque parecía mentira que a una hora y veinte de avión el mundo era libre y sin embargo aquí en España todavía teníamos una sociedad muy rígida y la mujer no tenía un papel”.