domingo, 22 de marzo de 2015

Rosa, rosae. "Mountain Woman".



Se inclinaba a la carne, pero también a la risa
y aunque  le gustaba blasfemar
y le faltaban dientes
nunca fue triste ni brusca con nosotros
cuando la visitábamos los domingos
y nos hacía una gota de té
mientras acaloradamente “maldecía” esto y “puñetero” aquello.

(…)

Ella se mantenía allí como un árbol
creciendo y marchitándose según la estación.
“No es envejecer lo que yo hago, sino madurar”,
y sus palabras caían como semillas
en la acogedora tierra de mi mente.
Y cuando me hubo envuelto entre sus miembros fuertemente,
sentí las carnes –los anillos de crecimiento de su cuerpo.

Cathal Ó Searcaigh, poeta irlandés (1993).



"She is as strong as a mountain". Pintura de Catherine Jaftha.

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