martes, 30 de junio de 2015

Ella dice, nosotras decimos: Yadira Calvo.


De las dos disciplinas que hizo, cuál considera es más  fuerte en usted ¿la de ser profesora o filóloga?
Yo no me considero nada en especial. Soy una persona muy estudiosa y estudio de todo, me gustan las humanidades. Me definiría más como humanista que dentro de una disciplina en especial. Ahora, el lenguaje me interesa mucho desde el punto de vista de que es una manifestación de la cultura y, como tal, lleva implícitos algunos de los valores y antivalores de la cultura. En ese sentido, como filóloga se me facilita el estudio del lenguaje.
Volviendo al tema de la condición de la mujer, usted le ha dado seguimiento a esta temática desde antes de los años ochenta.  ¿Cómo ha avanzado Costa Rica al respecto, si ha avanzado?
Sí ha avanzado, lo que pasa es que hay una cosa… se consiguen ciertas conquistas sociales, no sólo las mujeres sino cualquiera de los grupos oprimidos, pero  la ideología fundamental sigue siendo la misma, es patriarcal. La sociedad vive ideológicamente de manera patriarcal y usted lo puede ver en los anuncios, estaba viendo un día de estos un anuncio de la colonia para ‘’hombre-hombre’’,  eso es ideológico, eso sigue vigente (...) Yo creo que el patriarcado es acomodaticio y de algún modo busca los nichos para seguir sobreviviendo, por eso la lucha es permanente, no podemos dar nada por hecho. Cualquier progreso social, con cualquier grupo oprimido de cualquier naturaleza, tiene una vuelta atrás.
Entonces el patriarcado para usted se ha acomodado a las condiciones durante estos años.
(…) Cuando yo fui a la  Escuela Normal y estudiábamos a Juan Jacobo Rousseau como el gran educador, yo nunca me di cuenta -en ese momento- porque las lecturas eran de segunda mano, pero cuando me metí a leer el Emilio, digo yo ¿Pero qué es esto? ¿Cómo se acepta como un gran educador a un hombre que tiene una visión de las mujeres de purísima servidumbre? Lo mismo Kant, Hegel, Nietzsche, Schopenhauer…  Y eso es Filosofía que se le considera el discurso maestro y sigue ahí (...)
Y los cambios que usted mencionaba antes, ¿se reflejan en sus escritos? ¿En lo que usted reflejaba antes y ahora?
(…) Creo que siempre ando buscando por dónde falta, pero sí ha habido cambios. Tengo dos hijas que no viven su juventud como la viví yo y no tienen las limitaciones que me impusieron a mí. Nadie se mete con su vida sexual y privada, cosa que nos pasaba cuando yo era joven. Ya no tenemos que firmarnos ‘‘de’’, éramos posesión ‘‘de’’ el hombre con que nos casábamos. Claro que ha habido progresos, a principios del siglo XX las mujeres no entraban así como así a las universidades, en el siglo XIX se empezaron a poner reglamentos en las universidades que impedían a las mujeres entrar, antes no había reglamento porque el supuesto era que ninguna iba a entrar (…)
Yadira Calvo y su marido, Faustino Chamorro, en 2013

Antes usted mencionaba que esto se ve reflejado en toda la cultura y mencionaba el lenguaje. ¿Cómo se ve reflejado en el lenguaje?
Un simple vistazo al diccionario de la Real Academia, ya nos da una idea. Se define masculino como excelencia, valor y coraje y femenino como debilidad y hasta vicio. Luego, lo más grave, porque el  léxico puede cambiar aunque los académicos se nieguen a que cambie, pero el léxico puede cambiar y la lengua va cambiando con el tiempo (...)
Lo más difícil de cambiar es la sintaxis, porque la sintaxis es el esqueleto del idioma y la norma manda que el masculino sea un término no marcado, es decir, que engloba a hombres y mujeres. Eso es una sobrerepresentación, es decir, los hombres están sobrerepresentados en el idioma y eso implica que las mujeres estemos subrepresentadas. Es decir  ‘‘los profesores, los docentes, el hombre’’, “ser humano” atenúa un poco, pero todas esas formas masculinas nos invisibilizan bastante a las mujeres. Y eso se refleja en la concordancia ¿qué es esto? Que cuando dos elementos, por ejemplo sustantivos,  son uno masculino y el otro femenino, se les aplica un determinante específico, que usualmente es un adjetivo, ese determinante tiene que ir en masculino. Por ejemplo decimos,  él y ella están casados, no decimos están casados. Esa preponderancia del masculino reviste bastante gravedad respecto a las mujeres, porque estamos siempre ocultas detrás del masculino.
¿Y hasta qué punto el lenguaje inclusivo, esto de usar arrobas y equis ayuda?
Es que eso no es lenguaje inclusivo, ahí hay un error grave. El lenguaje inclusivo no es usar, ellos y ellas, muchachas y muchachos, y poner arrobas. Eso es una búsqueda, que es muy válida como toda búsqueda de equidad, para atenuar el sexismo que tiene el idioma, pero es la forma equivocada. Hay que conocer un poco más el idioma para hacerlo de forma adecuada, no para eliminarlo porque eso está en la gramática, pero hay vocablos comunes: oficinista, poeta, periodista… son palabras que sólo podemos determinar si es hombre o mujer por el artículo que le pongamos. También podemos usar abstractos cuando se presta, en vez de niños decir niñez, no siempre se presta (...) 
Se pueden usar abstractos, comunes, nombres colectivos, en vez de decir los pobladores de Guadalupe, sino la comunidad de Guadalupe, y no porque comunidad sea femenino, es colectivo. Tiene marca de femenino pero implica hombres y mujeres  clarísimamente. O podemos usar palabras epicenas, como víctima, o personaje, que aplican a hombres y a mujeres. Ese tipo de vocablos.
De todas maneras, escribir cuesta y requiere un esfuerzo mental, eso va a requerir más esfuerzo mental, como la gente no quiere hacer esfuerzo mental y tal vez le faltan las herramientas necesarias para ponerlo en práctica, pues recurren a ‘’los las’’ y al arroba, pero eso no es lenguaje inclusivo.
Ilustración para un trabajo de Christina Schramm sobre Yadira Calvo

Mucho de las historias de nuestra identidad y del folclor costarricense tienen un fuerte valor  machista. ¿Cómo podemos hacer que estas historias no tengan un componente patriarcal sin perder nuestra identidad?
Yo creo que eso está ahí y eso no se puede cambiar, es como cambiar el mito. El montón de mitos que se reflejaron luego en el cristianismo que nacen de un dios y una humana. Eso está en toda la mitología occidental, al menos hasta donde conozco. Eso no se puede cambiar, lo que creo que se puede hacer es leer con otros ojos toda la historia y pensar porqué está ahí, porqué es así. Por ejemplo, el esfuerzo que están haciendo ahora por lo que llaman historia de mentalidades, que ya no es la historia de lo que hizo fulanito, sino como vivía la gente en ese momento, el pueblo, la  gente de a pie. Ese cambio es grande y esa historia de mentalidades permite ver lo que hacían las mujeres y valorarlo. Eso lo está haciendo Iván Molina y creo que hay varias personas están trabajando ese tipo de historia en Costa Rica.
Luego, está lo que hacen las feministas en muchos sitios, revisando las historias particulares de cada disciplina. La historia de la música, la literatura, la poesía… y al revisar esa realidad salen a la luz nombres que habían quedado cubiertos bajo una visión patriarcal. Ahora han salido mujeres músicas que ni se sabía que existían. O la hermana de Mendhelsson, creo que fue Mendhelsson, que escribía música pero no se la publicaban por ser mujer entonces él le hacía el favor de publicarla con su nombre, pero se perdió su nombre. O Thomas Mann, que parece que usó los diarios de su esposa para escribir algunas de sus obras. Eso lo están sacando a la luz muchas mujeres e implica darle una mirada diferente a la historia.
¿Y cuál es el mayor reto hoy para usted como escritora?
No lo sé… Yo creo en la literatura comprometida. Creo que tengo el compromiso de escribir sobre aquellos aspectos de la sociedad que me parecen endebles, lucha contra cualquier tipo de discurso que sea excluyente y creo que eso no implica sólo a las mujeres y al feminismo, implica a la ecología, a la visión racista de la sociedad, la visión clasista, la visión eurocentrista… Esas visiones que son desde un punto de vista del  dominador y que implican dominación, hay que buscar el modo de eludirlas y de que se acaben, y esa es mi lucha.
"Lenguaje inclusivo no es usar, ellos y ellas, muchachas y muchachos y poner arrobas." David Ching entrevista a Yadira Calvo en la Revista Literofilia (septiembre 2014)
http://literofilia.com/?p=21019

sábado, 27 de junio de 2015

Rosa, rosae. Azúcar Moreno.

Toñi y Encarna Salazar







"Hazme el amor". Azúcar Moreno.
Album "Ojos negros". 1992. Disco de Platino.
Video de +Para los oídos... music!

lunes, 22 de junio de 2015

Ella dice, nosotras decimos: Belén Gopegui.

Fotografía: Ricardo Gutiérrez

“¿Dónde está el punto de partida? ¿En mis madres (quiero decir mi padre y mi madre), en mi hija, en esta ciudad? ¿Naces y cuántas de las cartas ya están echadas? En otro siglo, pude haber sido esclava. En otro país, tendría trabajo. En otra calle, en otro cuerpo, en otra década. Y así es como “yo” no existe y de un modo impreciso pero cierto los griegos tenían razón. Escrito en las estrellas significa escrito en geografías y fecha: ¿cuánto no ha sido decidió ya? Dirás que no te importa: incluso si es una milésima de una milésima, ese margen de libertad te constituye. Me dices que por eso escribo, como si palabra a palabra esa milésima pudiera quedar grabada, un testimonio para los que vendrán. No estoy segura, no sé siquiera si existe esa milésima o si el primer golpe azaroso que puso cada partícula a rodar selló la suerte. Lo que sé es que no importa demasiado. Vivimos en un compás de dos tiempos entre los real y lo posible que queremos hace rea, respiramos así. ¿Lo imposible? Lo imposible es una provincia de lo posible, la más remota, pero existe y a veces se alcanza.


Dibujo de Rg1024 (dominio público)

Entonces puede que todo empezara con la primera partícula, o con mis tatarabuelos, o con algo que me pasó a los dos años, una niña me dio la mano y nos atrevimos a rebasar el punto del parque donde nuestras madres dejaban de estar a la vista. Seguimos andando, al poco encontramos unos zuecos de madera, perdidos, viejos: basura para alguien pero un tesoro completo, irrebatible, para nosotras dos y cómo corrimos empuñando cada una un zueco en una mano, sin soltarnos la otra, para llevar a nuestras madres el tesoro, la prueba de la hazaña, el valor de la aventura”.


“La historia que creo que no se puede contar trata de que ésta no iba a ser nuestra vida, pero espera: no me refiero a la crisis ni a a volver a casa de mis padres. Me refiero a que no sé quién soy y eso, eso tal vez hasta puede que me lo haya enseñando la crisis. ¿Quién me escribe, qué sería esto que me escribe? Digo esto, que en teoría no vale para las personas, porque lo único que había antes era precisamente esto, unos cuantos genes. Si vamos quitando capas quedarán sólo genes y cromosomas. Lo demás nos lo hicieron, aunque parece que nos lo hicimos, la verdad es que nos lo hicieron, y a veces pienso que a lo mejor sí se puede contar pero que en realidad nadie quiere contarlo. Contar que no son los genes los que nos escriben, ni la carne y la sangre, es lo que nos hicieron. Lo que nos hacen. Dirás: Vaya argumento, el típico que se usa para escaquearse. Pero no es cierto. Echarle la culpa a los genes o echársela a lo que nos hicieron es, al fin y al cabo, lo mismo. Y yo no echo la culpa a ninguno de los dos porque no me importa la culpa sino las consecuencias. Lo que quiero decir es que sólo hay horizonte. Que no se trata de retroceder para ir buscando qué pasaría si hubiera encontrado un buen trabajo, o si me hubiera tocado explotar en vez de que me explotaran. En la espalda de los corsarios, leí en un poema, arde el asilo…”




“Interpreta también: dicen esos dos versos que sales a la aventura porque no puedes volver. Digo que no tenemos regreso, si mañana todo desapareciera y volviese a empezar, no nos encontraría desnudos y desnudas, sin daño, nuevos. Nos encontraría como lo que hemos sido: con eso tendríamos que bregar hacia delante. Imaginemos, pues, otro hacia delante, allí la amabilidad será común y corriente. Vayamos hacia él o vendrá un tiempo sin mañana. Entonces, no sólo en la espalda brillante del corsario, también en su pecho, se reflejaría el incendio, arderá el asilo.”


Belén Gopegui. "El comité de la noche". Penguin Random House Mondadori.

jueves, 18 de junio de 2015

Fiona L.: El fin del mundo.

Fotografía: Mila81

El domingo pasado mi sobrina de dieciséis años, en cuanto me vio, antes incluso de saludarme, me espetó con semblante desolado:
-¡Qué asco de vida, tía!
Y yo, a tenor de la envidiable lozanía y modus vivendi que luce, le concedí unos magnánimos segundos de silencio, mientras contenía la risa, y le pregunté:
-¿Por?
Ella, ensimismada en su inconmensurable y poco comprendido problema, añadió con la resignación de quien no espera ya nada de la vida:
-Mañana tengo un examen del siglo XIX.
Respiré profundamente tratando de que la risa no me ahogara.
-¡Horrible! -le dije, con la mejor interpretación de la Dama de la Camelias que pude ofrecer- ¡Trágico! -rematé en un tono más lúgubre aún.
Pero ella, sumergida en aquel mundo tan cruel y despreciable que le estaba tocando vivir, casi ni reaccionó a mis ironías.
-Sí..  -acertó a medio recriminar mi sorna-. Pues que sepas que el exámen es de todo el siglo XIX. ¡Entero!
Y remarcó el entero con toda la fuerza de sus sílabas para que mi sarcástico cerebro acertara a comprenderlo. 
-¡Enterooo...! -insistió-. Y además... Además, ¡pasaron muchas cosas en ese siglo, tía! ¡Muchas!
Y dicho esto se giró cual torera, consciente de que el mundo, y en especial su tía, no comprenderían nunca su gran tragedia, y se marchó con sus cuatro folios, igual cinco, no voy a ser injusta, a sentarse en el sofá con su hermano y ponerse a ver la televisión.
La vida es terrible.


Justo esta mañana también, me he encontrado con una amiga que avanzaba hacia mí, sin verme, blandiendo su bolso cual espada laser de caballero Jedi. Porque la conozco, que si no, viendo su semblante, ni me atrevo a pararla. Pero como sé que su ferocidad es pura apariencia, la sorprendí, sin más, con un típico:
-¿Qué? ¿Mal día, no?
- El fin del mundo -me dijo.
Ya nos conocemos, así que tampoco era necesario perder el tiempo saludándonos. 
-Ahora le ha dado por ir a coger setas -añadió.
Hablaba, lo pillé enseguida, del buenazo de su marido, recién prejubilado y en fase de delantero estorbo o perrillo faldero "te sigo por toda la casa mientras tú trabajas".
-Mejor, ¿no? -arriesgué-. Así no lo tienes en casa rodando detrás tuyo todo el tiempo.
Intentaba apoyarme en argumentos.
-Eso creía yo -me dijo resignada-. "Eso, vete con los amigos al monte a coger setas o lo que sea, así me dejas respirar un rato". Ya le dije, pero...

-Pero... -recogí la frase que había dejado colgada en sus pensamientos.
-Las botas... 
Y se volvió a perder en sus elucubraciones, aunque alguna idea no muy agradable le sacó de las mismas, porque con ira contenida añadió:
  
-Ahora las dichosas botas de monte. Todas llenas de barro. Y, hala, viene, y ahí me las deja, en mitad del salón. Que no habrá otro sitio mejor, le dije yo. Y él: "mujer, siempre protestando". ¡Protestando yo! Pon la botas en el balcón, por lo menos. Y allí están, allí llevan una semana. A los tres días ya le dije: "¡Qué!, son modernas y se limpian solas, o el aire las va curtiendo, o cómo va eso... " "Se están secando", me dijo tan ufano. ¡Una semana! Ya le he dicho esta mañana, cuando me he vuelto a tropezar con ellas: "¿Y tú, cuánto tiempo consideras exactamente que tardan en secarse unas botas?"
¿Y qué me ha respondido?, dime, ¿qué crees que me ha respondido? ¡Que cómo soy!: "Mujer, cómo eres!". Eso me ha dicho.

El fin del mundo.

Y se marchó. Como mi sobrina. Continuó andando abandonada a las injusticias de la vida. Con el fin del mundo sobre su cabeza cual negra nube dispuesta a descargar un rayo sobre ella. En fin...

La verdad es que, para lo corta que es la vida, hay que ver la cantidad de fines del mundo que nos caben en ella. 
Yo tengo una colección.

Fotografía: maFerdeUgarte
Aunque pensándolo mejor, igual lo que nos falta es perspectiva. Perspectiva y humor. Porque visto lo visto, el propio paso del tiempo ya se encarga de ir demostrándonos que fines del mundo, en realidad, sólo tenemos uno.
Y lo mejor es que, de ése, cuando nos llegue, ni nos vamos a enterar. Así que... 
Cuidaros, chicas. 

Fiona L. 

Ah, y recordad, si la vida no os sonríe, sonreidle vosotras a ella. Que se chinche.

© Textos bajo el epígrafe “Fiona L.” y epígrafe todos los derechos reservados.

lunes, 15 de junio de 2015

Rosa, rosae. "Icónico". Goethe Institut.




ICÓNICO

"Icónico quiere decir ilustración visual, drástica y elocuente. En el arte alemán ha habido desde siempre una fuerte tendencia a lo visual. También es la razón por la que numerosos artistas internacionales se trasladan a Alemania. Allí, lo que se cuestiona no parece ser la representación en sí. La imagen tiene su razón de ser. Le está permitido hablar, puede narrar."

Exposición

Martes, 16 de junio (inauguración a las 19 h.) a domingo, 30 de agosto de 2015
Goethe-Institut Madrid
C/ Zurbarán 21 | Madrid
Entrada libre.
Comisaria:
Anna-Louise Rolland

Con obras de los artistas:
Katie Armstrong
Tina Bara
Catalina Bauer
Tilo Baumgärtel
Osvaldo Budet
Alba D´Urbano
Margret Hoppe
Matej Kosir
Thiago Rocha Pitta
Sebastian Stumpf
Rebecca Wilton.


(¿Has visto una foto en tu barrio, en una tienda, en el autobús, en la calle,... que te ha llamado la atención, te ha indignado, te ha fascinado, te ha hecho sonreir? ¿Y además sobre la mujer, sobre nosotras?
¡Pues envíanos la foto! ¡La publicaremos! 
lunavioletayplata@gmail.com)

sábado, 13 de junio de 2015

Ella dice, nosotras decimos: Elizabeth Kolbert.

                                                     Fotografía: Barry Goldstein

Elizabeth Kolbert, escritora y periodista (1961, New York), ha ganado la 99ª edición del Premio Pulitzer 2015, en la categoría “General No ficción”, con su obra “La sexta extinción".

Kolbert nos habla así de su obra:

“Desvelamos la historia de las Cinco Grandes extinciones al mismo tiempo que comprendemos que estamos causando una nueva. Una prodigiosa coincidencia que conocemos como la Sexta Extinción.”

"Se estima que un tercio de todos los corales que forman arrecifes, un tercio de todos los moluscos de aguas dulces, un tercio de los tiburones y las rayas, un cuarto de todos los mamíferos, un quinto de todos los reptiles y un sexto de todas las aves están cayendo en el olvido."
Isla de Providencia, Colombia. Fotografía de Luis Barreto
Licencia CC BY 

«Las pérdidas se están produciendo en todas partes: en el Pacífico Sur y en el Atlántico Norte, en el Ártico y el Sahel, en lagos e islas en la cima de las montañas y en los valles.»

«El hombre podría provocar los efectos de un asteroide.»

En el año 2000, Paul Crutzen, Premio Nobel de Química de 1995 por sus investigaciones sobre la incidencia del ozono en la atmósfera, acuñó el término “Antropoceno”, como analogía de la palabra “Holoceno”, que designa la época actual (en la escala geológica) que estamos viviendo en la historia terrestre.
Desde entonces, numerosos científicos están proponiendo al Antropoceno como nueva etapa posterior al Holoceno, debido al significativo impacto global que las actividades humanas están teniendo sobre los ecosistemas terrestres. Como fecha de comienzo de dicha etapa muchos apuntan al inicio de la Revolución industrial (finales del siglo XVIII).



Elisabeth Kolbert describe en su libro los términos “extinción” y “cómo la actividad humana, el consumo de combustibles fósiles, la acidificación de los océanos, la contaminación, la deforestación y las migraciones forzadas amenazan contra formas de vida de todo tipo.”

“Las tasas de extinción están por las nubes y, lo que quizá sea igual de importante, las poblaciones salvajes están por los suelos."

Los científicos han realizado proyecciones que sugieren que si nos mantenemos en la trayectoria actual podríamos estar contemplando en el planeta, un impacto parecido a los efectos devastadores de un asteroide."



Fuentes y referencias
Web de la autora:
Enlace fotografía Luis Barreto:
//es.wikipedia.org/wiki/Arrecife_de_coral#/media/File:Isla_Providencia_Colombia_by_Luis_Barreto.png

jueves, 11 de junio de 2015

domingo, 7 de junio de 2015

Ella dice, nosotras decimos: Niki de Saint Phalle

Foto: Michael Herling/Aline Gwose 
© N.C.A.F. – Donation Niki de SAINT PHALLE
Sprengel Museum Hannover / VBK, Wien, 2010 

Una mujer llena bolsitas con pintura de colores.  En la mesa hay también muchos  huevos.
Fabrica una “tripa” sujeta a un marco, mete en ella bolsitas y huevos, lo recubre todo con una capa más o menos lisa de yeso. Luego cuelga el cuadro en una pared, al aire libre. Una cámara graba.
La mujer dispara contra el cuadro con frenesí.
El arte sangra.
En nuestros ojos, la pared, el cuadro, la mujer sangran.





"En sus obras coexisten dos atmósferas contradictorias: la violencia y el caos, frente a lo lúdico y la alegría de vivir" (Página web del Museo Guggenheim, sobre la exposición).

Niki no ejecutaba con los trazos precisos de una formación en Bellas Artes, ni falta que le hacía.
Detrás del abuso a las puertas de la adolescencia vino la huida, y después la fuerza incontrolable, que no trampea, que llega al extremo, sí, pero acaba modulándose.
La diferencia es que siempre le acompañó una excepcional empatía con las causas, con todas las causas (mujeres, negros, guerras...): el abuso tiene mil cabezas, y cortarlas es una empresa sin fin.

Instalación "Hon" ["Ella"], Estocolmo, 1966

"De niña no podía identificarme con mi madre ni con mi abuela ni con sus amigas. Eran un grupo de personas infelices y nuestra casa era muy asfixiante. Un espacio enfermo sin libertad ni intimidad. Yo no quería ser como ellas. Quería el mundo y el mundo entonces pertenecía a los hombres. Yo no acepté los límites y los crucé para entrar en ese mundo que me parecía misterioso, excitante y lleno de aventuras".


Foto: Norma Parkinson  - Corbis, 1983 

Luego quizá vino el ajuste de cuentas, que no la venganza. Una película como "Daddy" ("Papá") puede impactar hasta dejarnos ciegos, sordos mudos e inmóviles. Sólo un necio vería erotismo o pornografía en sus fotogramas. 
No se trata de advertir sobre lo que pueda herir a nuestra sensibilidad; se trata de la que ya ha sido herida, que ya no se puede callar con electroshock, que se vuelve un grito, que se va a oir.

La artista no eligió a un actor para interpretar el repugnante papel de su padre: lo interpretó ella misma.


"Pintar calmaba el caos que agitaba mi alma. Era una manera de apaciguar a esos dragones que han ido apareciendo en toda mi obra." 


- Materiales sobre la exposición del Museo Guggenheim, Bilbao:
http://nikidesaintphalle.guggenheim-bilbao.es/artista/

- Varios apartados: roles de género, nanas y activismo social, y colaboración
http://www.guggenheim-bilbao.es/guia-educadores/?s=+&_guggenheim_teachers_guide_exhibition=31747


- "3 oeuvres por comprendre Niki de Saint Phalle", por L'Obs:
https://www.youtube.com/watch?v=JAG4ayECTNs


- De la Tate Gallerie, un cuidado recorrido por su obra en menos de cuatro minutos:
https://www.youtube.com/watch?v=5xzOwsENVmo

jueves, 4 de junio de 2015

Premio "Blogueras con buen rollo"


Nos han nominado a… 
¡”Bloguera con buen rollo”! ¡Gracias, +Solita Jade!
http://perezosa69.blogspot.com.es/2015/05/concurso-bloguera-con-buen-rollo.html

Contestamos a tu cuestionario y presentamos nuestras Nominaciones:

+Alejandra Sanders  

+Annie G         

 +Elia Brosed       

 +Erika Martin 

+Larrú .           

 +Laura Mir    

+María PAZ                                           

+Susanna Heich

+Teresa García L. 

                               Gracias a todas por contribuir a tan buen ambiente...



¿Cuándo empezaste con tu blog?
- El 7 de marzo de 2015… Un bonito sábado.

¿Por qué decidiste crear un blog? ¿De qué trata tu blog?
- La invisibilidad de las mujeres que nos encontramos en esta década de nuestra vida.
Todo lo que sirva para aclararnos un poco (risas).

¿Te costó decidir el nombre del blog? 
- ¡No mucho!: mujer... cincuenta años y alguno más ... fácil.

¿Cada cuánto publicas un post?
- Se intenta, se intenta… Al menos 3 veces por semana.

Recomiéndame un libro para leer y reseñar. 
- “El color púrpura”, de Toni Morrison

¿Compartes tus publicaciones en otras redes sociales para darte a conocer? ¿En cuáles?
- Twitter (por decir algo...)

Si eres escritora, ¿en qué te inspiras al crear tus historias?; si eres bloguera, ¿cómo decides el tema del día?
- El esquema básico es publicar obras artísticas de mujeres o sobre mujeres; textos que nos emponderen; acercamiento a temas de salud que atañen a mujeres que han cumplido los 50 años; lecturas que nos hagan reflexionar… y las colaboraciones inestimables de mujeres como “Fiona L.” o Francisca García.

¿Tienes diferentes secciones en tu blog, cuál es tu favorita? 
- ¡Tooodaaaas! “Mujer en los cincuenta” es en realidad una bloguerita de apenas cuatro mesecitos; una imagen o una sencilla canción está pensada y “colgada” con infinito cariño.

¿Qué nos recomiendas de tu blog? 
- Que paseéis entre sus lineas, que lo miréis, que le deis vueltas, que propongáis, que participéis.
  
Cuando reseñas un libro, ¿qué criterios usas?
- Reproducir un fragmento que nos explique tantas cosas aún sin describir de nuestra naturaleza, y un pequeño acercamiento a la autora.

Si escribes, ¿cuáles de todos tus personajes son tus favoritos? Si no eres escritora ¿Qué personajes es tu favorito ya sea en libros, series o película?
- Sobre todos los que son más reales, muchos de los de Patricia Highsmith, por ejemplo, o de Sue Grafton.

Solo si eres escritora: ¿Qué libro de los que has escrito es el que más aprecias y por qué?
- ¡Me voy a hacer la misteriosa en esta pregunta! (más risas...)

Recomiéndame una canción, inserta un video de Youtube
- “History repeating”, de Propelledheads con Shirley Basset… El viernes la "cuelgo"¡¡


lunes, 1 de junio de 2015

Blefaritis, o ardor y picor en los ojos


En realidad, estos síntomas que nos pueden hacer pensar en sequedad ocular o en conjuntivitis, se corresponden con una inflamación del tejido que forma el párpado.

Es necesario asistir a la consulta del oftalmólogo para su diagnóstico, pues los sintomas empeoran ostensiblemente si no se tratan de forma adecuada.
Es más frecuente en personas mayores de 50 años

Se debe a un mal funcionamiento de las pequeñas glándulas que producen una secreción grasa que lubrican la superficie del ojo y la parte interna de los párpados. Cuando se obstruyen, sus secreciones quedan estancadas y se forman ácidos grasos que irritan el ojo.


Generalmente hay una inflamación visible de los párpados, la sensación de ardor y picor en el ojo y como un leve empeoramiento de la visión; como si en el parabrisas de un coche hubiese caído grasa.

No es contagiosa y, generalmente, se precisa una limpieza  minuciosa de los párpados, con los ojos cerrados, por la mañana y por la noche.

Existen toallitas, recomendables si no se puede realizar una limpieza rigurosa; pero, para el día a día da mejor resultado un gel.
Se precisa una pequeña cantidad y la aplicación es sencilla, pero sólo una parte de la limpieza, que especialmente en sus inicios, lleva su tiempo. 
El oftalmólogo indicará la forma correcta de realizarla.

No deben usarse cosméticos, como rímel, hasta su desaparición.