sábado, 30 de enero de 2016

Leyendo

Toni Morrison
El color púrpura


Maruja Torres (fotografía: Blog de Lectura de la U. de Navarra)
Mujer en guerra
Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres



Belén Gopegui (fotografía: lapupilainsomne.wordpress.com)
Deseo de ser punk
Acceso no autorizado
El comité de la noche


Gloria Fuertes (fotografía: bibliotecadenigran.wordpress.com)
Poeta de guardia
Cómo atar los bigotes del tigre
Historia de Gloria
Mujer de verso en pecho


Patricia Highsmith
Small g: un idilio de verano
Crímenes bestiales
El talento de Mr. Ripley
Carol





"El adulto creativo es el niño que ha sobrevivido". Ursula K. Le Guin
La mano izquierda de la oscuridad





jueves, 21 de enero de 2016

Rosa, rosae: Wanda Wulz.

Wanda Wulz: "Io + Gatto" (1932)
Fratelli Alinari, Florencia



Hija y nieta de fotógrafos de prestigio, establecidos en Trieste desde medidados del siglo XIX, Wanda Wulz se dedicó sobre todo a la fotografía comercial, aunque se reconoce su vanguardismo en la Italia de su época.

Al morir su padre, junto con su hermana Marion se hizo cargo del estudio familiar: retratos, paisajes.... Pero también una tendencia a fotografiar el movimiento y las bandas de jazz.

Wanda combinó un retrato suyo con el del gato de la familia, y el resultado es el que véis arriba,  una impresión sobre gelatina de plata.

Wanda y Marion legaron su fondo fotográfico al Fratelli Alinari, Florencia.

domingo, 17 de enero de 2016

DIARIO DE UNA HIPO-POTAMA

"Sirenas", Merk Heine

Me pareció divertido titular estas entradas así, creyendo
que hipopótamo venía del griego hypo (debajo) y potamos (río).
Algo así como debajo del agua, que es como nos sentimos las mujeres
muchas veces (en temas de salud, p.ej.)
Pero no: viene de hippos (caballo).
     O sea, que me siento como un caballo de río.

(Peso según la báscula loca del gimnasio: 62,600)
-Entonces, ¿no te tienen que operar?
- No, mamá. Ya no tengo hipertiroidismo.

(Posibles síntomas de hipertiroidismo: placas de calor a lo largo del tronco y parte delantera muslos, temblor manos, pérdida evidente de peso, pelo-estropajo, envejecimiento piel, insomnio…)

-Vamos, que no es grave.
-No, mamá, para nada.
(Silencio.)

-¿Y qué sientes?

Como para contárselo. Si no sé ni explicármelo yo… Como para decirla que no me siento normal (nota mental: evitar "esa" palabra).

Cansancio. Pero no de estar tirada: de no tener “gas”. Sin combustible.

-Pues nada, mamá, cosas… nada, nada. Cansada, muy-muy cansada.
-Hija, a tu edad bailaba yo la jota…

Y yo, hace un año…

-… pero el radio yodo ese habrá sido para algo…

No me lo puedo creer.

-Mamá, pero si te lo expliqué: era para detener la tiroides, que producía mucha hormona.
(Y ha funcionado, por cierto).

-Ah, bueno. Entonces es que estás como la madre de Luisa. Que le ha dado por engordar.
-Mamá, ahora no sé, pero entonces, no. Estoy sobre todo muy, muy cansada. Pero dicen que en unos días me sentiré mejor.
-¡Que te den vitaminas! … 

¿Cómo explicarle lo que sentía entonces y lo que siento ahora?

-... Ah, pues sí. Le dio por engordar, y eso que no come casi nada. Que ahora le han dado hormonas para engordar…

¿Soy yo, mi madre, o la madre de Luisa?
Encantadora señora que te habla en el bar con una “porra” en la mano y unos churros calentitos esperando al lado…
-A ver, mamá, que no: que antes tenía mucha hormona, mi tiroides producía mucha hormona, y ahora, con el radio yodo, soy hipotiroidea, mi tiroides no produce hormona y tengo que tomar una artificial.
-Ah… Pues a la tía Esperanza le pasó. La operaron en los años cuarenta o así.

Afabilísima mujer. Con un sentido del humor maravilloso y siempre sonriendo.
Pero mi madre me ha matao:
-¿Pero no decías que no teníamos antecedentes en la familia, mamá?
Eso de: "nosotros, no".

-¿No te lo he dicho nunca? Pues se me pasaría. Entonces, ahora, ¿te operan?
No puede ser. Respiro.

-Que nooo, que no, mamá (boca llena de saliva), que ahora he empezado con la hormona tiroidea artificial, y hay que ver cuánta tengo que tomar.
(Silencio de asimilación)

-Bueno, hija, pues mejor que no te operen. Y a ver si arregláis lo otro.

Lo “otro”.
Me extrañaba a mí que no saliera.

-Hija, que así, ni pa’lante ni pa’tras. Y las cosas bien hechas, bien parecen.
-Mamá, “eso” también te lo he explicado.
-Pues no os caséis: tú verás. Así, tú no estás bien. Esa no es una buena situación para ti (silencio). Que ya sois mayorcitos. Un beso, voy a colgar, hija. A ver si no engordas.

Y colgó.





  

jueves, 14 de enero de 2016

Mándanos tu foto (5)

Fotografía: Anbotoko dama


No ha sido fácil, no... Je, je, unas cuantas fotografías nos ha enviado amablemente Anbotoko dama.
Y no nos hemos podido decidir por una, así que ¡hemos elegido dos!, preciosas imágenes de Orgosolo, Cerdeña.

¡Muchas gracias, Anbotoko dama! Agradecemos tu generosidad, nos han gustado mucho.


Fotografía: Anbotoko dama


¿Has visto una foto en tu barrio, en una tienda, en el autobús, en la calle,... que te ha llamado la atención, te ha indignado, te ha fascinado, te ha hecho sonreir? ¿Y además sobre la mujer, sobre nosotras?
¡Pues envíanos la foto! ¡La publicaremos! 

Adjunta si quieres la fecha, el lugar donde la viste, o por qué ha captado tu atención:
lunavioletayplata@gmail.com

domingo, 10 de enero de 2016

Ella dice, nosotras decimos. Danielle Campoamor: "Estoy cansada de que mi cuerpo sea algo más que un cuerpo".


Estoy desnuda, mirándome en el espejo del baño.

Este cuerpo ha caminado miles de kilómetros, ha hecho snowboard en montañas y ha nadado en océanos. Ha sufrido daños, ha experimentado placer y ha llegado a no sentir nada más que la inconsciencia de una noche de sueño profundo (..) 
(…) Las venas, los órganos, los tejidos, los tendones y los huesos que me hacen ser lo que todo el mundo ve, que me hacen ser algo que es capaz de querer, aprender, enseñar y crear. Este cuerpo es mi herramienta para expresarme, tengo que cuidarlo (…)


Sin embargo, pocas son las veces en las que el cuerpo de una mujer se trata como un simple cuerpo. Pocas son las veces en las que el cuerpo de una mujer se ve como un instrumento tangible controlado por una persona, únicamente por una persona: la mujer que lleva dentro.

Para los políticos, mi cuerpo es sólo un posible voto. Debatirán sobre él, darán argumentos a favor o en contra y decidirán qué puedo y qué no puedo hacer con él. (…)
Para las empresas de publicidad, mi cuerpo es una herramienta de marketing (…) tiene que morirse de hambre, tiene que retocarse con Photoshop y tiene que utilizarse para decirle a otras mujeres que sus cuerpos no son lo suficientemente buenos o que necesitan un producto determinado. Se puede utilizar la sexualidad de mi cuerpo para vender zapatos y su atractivo puede vender hamburguesas, pero es inútil si no se puede utilizar para vender algo.


Los cuerpos de las mujeres se sexualizan, se reducen, se devalúan, se controlan, son atacados, son expuestos, son objeto de debate y se utilizan vengativamente para beneficio personal, político o religioso de otras personas.
Se han utilizado como símbolos del bien, del mal y de todo lo que no es ni bien ni mal. Se han utilizado con tanta retórica que la gente se olvida de que el cuerpo de una mujer es, principalmente y para siempre, un cuerpo humano.

Fotografía de Willy Ronis

Estoy desnuda, mirándome en el espejo del baño, y me siento enfadada, cansada y abrumada. Veo extremidades, piel y curvas. Veo un pecho, una marca de nacimiento y un rasguño justo por encima de la rodilla. No veo un voto, una distracción, una máquina, un templo o una herramienta de marketing.

Quiero que traten a mi cuerpo como lo que es: un cuerpo.

Quiero que el cuerpo de una mujer se vea como un cuerpo humano.


Artículo completo, traducido por Irene de Andrés Armenteros:

Danielle Campoamor es escritora, y vive en Seattle, Estados Unidos. Licenciada en la Western Washington University, publica en The Seattle Times, Hush Magazine, BuzzFeed Ideas, Thought Catalog, Medium, Elite Daily y otros medios. También es la Marketing Director y Social Media Manager de la página Hark.com. 
Escribe artículos sobre SEO, y me ha parecido entender que sobre todo lo que se le ponga por delante, y tareas asociadas.
@DCampoamor

miércoles, 6 de enero de 2016

Ella dice, nosotras decimos. María Victoria Atencia.

"Esperanza". George Frederick Watts, 1886 (2ª versión)


El año que viene
                                              Para Sharon Keefe Ugalde

Hacer girar el corazón contra su aguja, 
contra el tiempo y su sangre, contra la memoria, 
desploma mi pared. ¿Seré un rechazo 
de piedra más, herida en el escombro? 
No crujas, por cansada, alma mía enzarzada en mi pared, 
en mi rodar del tiempo. Está Jerusalén a tientas de la mano, 
y ya piso su umbral.




Llegué cuando una luz muriente declinaba...

Llegué cuando una luz muriente declinaba.
Emprendieron el vuelo los flamencos dejando
el lugar en su roja belleza insostenible.
Luego expuse mi cuerpo al aire. Descendía
hasta la orilla un suelo de dragones dormidos
entre plantas que crecen por mi recuerdo sólo.

Levanté con los dedos el cristal de las aguas,
contemplé su silencio y me adentré en mí misma.




"Lady Godiva". John Collier, c. 1897.

Godiva en blue jeans

Cuando sobrepasemos la raya que separa 
la tarde de la noche, pondremos un caballo 
a la puerta del sueño y, tal Lady Godiva, 
puesto que así lo quieres, pasearé mi cuerpo 
-los postigos cerrados- por la ciudad en vela... 

No, no es eso, no es eso; mi poema no es eso. 
Sólo lo cierto cuenta. 
Saldré de pantalón vaquero (hacia las nueve 
de la mañana), blusa del "Long Play" y el cesto 
de esparto de Guadix (aunque me araña a veces 
las rodillas). Y luego, de vuelta del mercado, 
repartiré en la casa amor y pan y fruta.




Reproche a Holan
                                            Para Clara Janés


Si ves Moldava abajo, río abajo 
-frente a la Isla de Kampa y el Molino del Búho- 
un cubo de basura tiernamente mecido, 
dulcemente mecido hasta el agotamiento, 
no pienses en el cuerpo de Ofelia que las ratas horadan 
entre sus muslos blancos, cubo adentro, hasta el fondo; 
preserva 
su maternal secreto río abajo.




"Muchacha dibujando". Marie-Denise Villers, 1801.

Del poema  “Muchacha”

(…)
Descubrirás en sueños la vida que te acosa
tan dulcemente mansa y le sonreirás.

Despertarás el día menos pensado entre
un mayo y un setiembre y moverá el asombro
el filo de tu enagua.


Revolverás entonces de un desconcierto grande
el mundo que te llena; una luz saltará,
en caños, por tus ojos.


Y seguirá la fuente el curso de tu cuello
mientras pájaros haya en vuelo por tus venas
y palabras diciendo del amor en tu boca.



Fuente poemas: http://amediavoz.com/atencia.htm







Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas